Ha llegado ese momento del año: tienes que hacer la declaración de la Renta. Y, además, por si no lo sabías, tienes que extremar las precauciones para que nadie se aproveche.
El peor momento del año para algunos, la hora de quedarse descansado para otros. La campaña de la renta 2018 ha empezado y toca que cada persona individual y cada empresa hagan la suya. Pero, desde hace algunos años, a esta responsabilidad se le suma la de abrir bien los ojos para estar seguros de que no somos víctimas de timos y estafas que buscan robar nuestra información.
Que existe este problema no es un secreto. Tanto la Guardia Civil como la Agencia Tributaria en si misma (sí, a veces también se apiadan de uno) han advertido a los ciudadanos de que no deben de confiar en ningún canal que no corresponda a los oficiales. Nada de contactos que piden datos por canales espontáneos como SMS, emails y demás. Además, piden que si se detecta algún tipo de caso parecido, se avise a la Agencia Tributaria para que se pueda tirar del hilo y conseguir que nadie más sea impactado por ese intento de fraude, cerrando los canales detectados para ese fin.
Los tipos de estafa más comunes son tres:
Vía teléfono móvil:
Muchos hemos recibido un SMS anunciando la posibilidad de revisar el estado de nuestra declaración. En estos mensajes aparece un número de teléfono al que no debemos llamar. En este caso no se pretende robar los datos del contribuyente, sino redirigir la llamada a Hacienda cobrando por en medio una tarifa elevada a la persona estafada.
También puede ser que recibáis un mensaje que os promete una atención al cliente o un contacto para reservar cita. No llaméis. Ante cualquier vía de comunicación de este tipo que no hayáis solicitado, no cliquéis, no llaméis, no confiéis.
Vía emails y páginas web:
Aunque tenga un nombre bien exótico con aires gaditanos como es phishing, este tipo de estafa tiene malas consecuencias para el perjudicado. El sistema consiste en el envío de emails desde una cuenta falsa que suplanta una identidad. Estos correos dirigen a falsos portales en los que se piden datos personales, normalmente financieros, al contribuyente en cuestión.
Pero los estafadores saben que para recibir hay que prometer. Estos emails anuncian una declaración que ha salido a devolver y redirigen a un formulario desde el que robarán los datos. Recuerda que la Agencia Tributaria nunca te solicitará ningún dato confidencial o personal por esta vía.
Vía la aplicación:
Siempre que se produce un avance tecnológico, se produce un avance en estafas vinculadas al mismo. Y es que, para bien y para mal, el cerebro humano nunca deja de pensar cómo sacar provecho de su entorno.
En este caso, desde que apareció la app oficial para hacer la declaración de la renta desde tu propio smartphone, empezaron a nacer apps simulando ser la misma. Estas copian la imagen de la original y buscan robar datos personales de los contribuyentes. Si te fijas, notarás que no es la oficial. Huye de cualquier aplicativo que te prometa la luna. Ni agilizar trámites, ni gestionar citas previas. Y si no estás seguro, pide ayuda al organismo oficial.
Ahora que ya estás preparado y blindado ante cualquier ataque, puedes empezar con tu declaración de este año. Mucha suerte y, sobre todo, mucha seguridad.
